Cuando escuchamos el tema hibernación, nos vienen a la cabeza a la mayoría de personas los osos y otros mamíferos. Los cuales terminan por irse a dormir durante varios meses cuando llega el invierno.
Este fenómeno no es exclusivo de estos animales, sino que más lo comparten. Entre ellos podemos contar a los anfibios, pero existe una ligera variación. De hecho, te darás cuenta que se le llama hibernar.
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Brumación, la hibernación de los anfibios.
Comencemos con que no se dice que los anfibios están hibernando. En realidad, se dice que se encuentran en su estado de brumación. El cual es algo bastante similar, pero con las suficientes diferencias.
La hibernación es un proceso realizado por los animales de sangre caliente. Es un proceso que ocurre en la época invernal, en donde el animal entra en un letargo total. Deja de alimentarse, duerme y sobrevive únicamente con las grasas corporales que haya consumido.
Ahí es donde entra la principal diferencia con la brumación, la cual es propia de los anfibios, reptiles y otros animales de sangre fría. En la hibernación, el letargo es total, pasarán meses sin moverse.
En cambio, los reptiles al brumar no entrarán de forma total a dormir. Estarán inactivos por largos periodos, pero si habrá momentos en que se levanten para salir a comer y también para realizar otras actividades.
Por lo general, pueden pasar varios días estando durmiendo. Pero salen a buscar alimento, tomar agua y más, pero no lo realizan por largos periodos. Pronto regresarán a su madriguera para poder seguir con sus sueño.
Otra diferencia es que este proceso si bien se encuentra relacionado con el frío, puede ocurrir en cualquier en más de un momento durante el año. Aunque eso sí, por sus características propias generalmente ocurre en invierno.
La brumación puede ser mortal para los reptiles.
Existe un dato que es preciso comentar y es que sus sistemas para dormir en estas temperaturas no son tan avanzados y precisos como el de los mamíferos.
Los reptiles no pueden resistir temperaturas por debajo de los 0,5 grados centígrados. Cuando llegan a sobrepasar esa temperatura, es común que su sangre termine por congelarse y mueren.
En algunos animales como las ranas tienen este congelamiento como parte del proceso. Estas al dormir pueden llegar a tener congelado aproximadamente el 70% del cuerpo, produciendo un anticongelante natural para no dañar su estructura.
Pero el problema principal radica en no contar con mecanismos más avanzados para poder detectar cuando se encuentran en temperaturas críticas. Algo que si poseen los mamíferos para poder solucionarlo.
Un reptil que se encuentra brumando, puede llegar al punto en donde las temperaturas han bajado demasiado y nada les activó su cuerpo como para intentar moverse un poco para intentar entrar en calor.
Entonces, mueren congelados al no haber sido avisados por su cuerpo de alguna manera.
Como verás, los procesos metabólicos entre la hibernación y la brumación son bastante diferentes. Porque aunque en esencia comparten funciones, no es aprovechado de la misma manera por ambos ni tiene los mismos efectos.