Es bastante posible que el término simbiosis lo hayas escuchado gracias al cine o la televisión. Este término se refiere a cuando dos especies u organismos totalmente diferentes, terminan por tener una dependencia o relación bastante íntima.
Tanto así, que dicha relación termina por ser importante para poder tener un desarrollo vital. Ahora lo explicaré mejor a continuación, así como ejemplos de simbiosis animal que podrás encontrar en la naturaleza.
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En que consiste la simbiosis.
En términos generales, los seres vivos pueden vivir por si mismos a base de obtener sus propios recursos. Es verdad que pueden vivir en comunidad y cazar como manada, pero la simbiosis es una relación en extremo más cercana.
Es por eso que se debe de hacer distinción y señalar algunas característica. Ya que sin completar la definición, muchas personas podrían pensar que dos seres vivos trabajando en equipo forzosamente tienen una relación simbiótica.
La principal característica a tomar en cuenta de esta relación es ser permanente. Por lo que básicamente terminarán por estar juntos todo el tiempo. Los seres que se encuentren bajo esta relación se les llama simbiontes.
Existen otro par de puntos que es necesario dejar claro:
- En la relación no forzosamente los dos tienen que salir beneficiados. Puede ser que únicamente uno de ellos tenga ventaja por esta relación.
- En la simbiosis no solamente no ambos pueden salir con beneficios, sino que en otros puede ser que no tengan efecto alguno o por el contrario, que salgan dañados.
Es por eso que existe una clasificación de la simbiosis.
¿Cuáles son los tipos de simbiosis?
- Mutualismo: Así se le llama cuando ambas partes se benefician de la relación. Es difícil determinar cual obtiene más beneficio. Pero la idea es que ambos salen ganando de estar viviendo juntos.
- Comensalismo: Este es el punto medio de la relación simbiótica. En donde uno de los implicados obtiene beneficios, pero el otro ninguna. El que no obtiene nada, al menos tampoco sale perjudicado por ello.
- Parasitismo: En este caso, uno de los involucrados sale beneficiado a expensas de otros. Tiene un parásito que le hace daño, que como consecuencia podría causar desnutrición o incluso enfermedades.
Ejemplos de relaciones simbióticas en el mundo animal.
Para poder dejar más claro el concepto, aquí encontrarás algunos ejemplos del mundo real:
Los líquenes.
Estos son una serie de hongos que han llevado esta relación al extremo, porque no pueden vivir uno sin el otro. El resultado es que terminan por verse como una masa de hongos, formado por millones de microorganismos fotosintéticos.
Hormigas y termitas.
Estas especies llegan a tener una relación muy cercana con los hongos. Los cultivan y se benefician para su digestión. Pero a cambio, se encuentran de forma permanente buscando hojas para alimentar a dichos hongos.
Micorrizas.
En esta relación, los hongos terminan por nacer en las raíces de otras especies. Gracias a ello, obtienen una fuente constante de nutrientes, por lo que el árbol termina irremediablemente por compartir su alimentación.
Como habrás visto, una relación simbiótica va mucho más allá de un trabajo conjunto. Algunas personas pueden pensar que un grupo de abejas trabajando juntas es otro ejemplo, pero no, porque son la misma especie.
Es forzoso que sean dos especies completamente diferentes, que para poder funcionar en el reino animal tengan que depender de alguna manera uno del otro.