Los seres humanos estamos acostumbrados a ver nuestro propio ombligo. Este es el último vestigio del lazo que tuvimos con nuestras madres, con quienes estuvimos unidos por medio del cordón umbilical.
Esto es común en los mamíferos, por lo que es posible que en alguna ocasión hayas intentado observarlo en tu propio perro. Para terminar por sorprenderte que no tenía, ¿es que acaso no estuvieron así unidos con sus madres?
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¿Los perros tienen ombligo o no?
Si, si que lo tienen.
Es algo característico en los mamíferos, como ya se comentó. Pero aunque es verdad que la mayoría lo tienen, no todos. Algunos grupos de vivíparos por la forma en que son gestados no poseen dicho ombligo.
Pero en el caso de los perros, pertenecientes a los vivíparos placentarios, si que lo poseen por la forma en que se gestaron. La excepción a la regla serían en este caso los vivíparos marsupiales.
Y pues si, su ombligo está precisamente en el mismo lugar que los seres humanos. El problema es que en ocasiones puede llegar a ser muy poco visible, causando que simplemente no puedas terminar por encontrarlo.
¿Qué aspecto puede tener?
Una vez quedado claro que todos poseen, ¿acaso es que no lo reconozco? Eso puede suceder, ya que el aspecto puede terminar por variar debido a distintas circunstancias.
La primera es que sea muy difícil de verlo debido a la cantidad de pelo que tiene alrededor. Mientras más peludo hará más difícil encontrarlo, por lo que será imposible verlo a simple vista. Tendrás que ir retirando manualmente hasta verlo.
Y el otro problema es que sea demasiado pequeño. En las personas es relativamente grande, pero en los caninos ser una marca apenas perceptible. Toma en cuenta que en ellos tiene más forma de hendidura, a diferencia de los seres humanos que es redondo.
¿Su ombligo puede causar algún tipo de problema?
Como habrás notado, apenas es visible en la mayoría de los casos. Por lo tanto, debería volverse un motivo de preocupación si comienza a verse demasiado.
En algunos perros, puede darse el caso que comience a abultarse de repente. Esto puede llegar a suceder por la aparición de una hernia umbilical, la cual deberá ser atendida lo más pronto posible por un veterinario.
Dichas hernias son problemas porque resulta que son partes del cuerpo que deberían permanecer en el interior, pero por diversas circunstancias terminan por sobresalir.
Es posible que con el paso del tiempo se desinflame solo y regrese a su sitio. Pero lo mejor que puedes hacer es llevar a su canino con un especialista a revisión.