Frailecillo atlántico: características, alimentación, hábitat y porque le dicen que parece fraile

El frailecillo atlántico, cuyo nombre científico es fratercula arctica, es una especie de ave marina que habita en el océano Atlántico. Este pequeño pájaro se caracteriza por su colorido pico y sus patas de color naranja intenso, así como por su peculiar forma de volar.

Y hay que decir que a muchas personas les llama la atención su nombre. ¿Por qué frailecillo? Ahora conocerás un poco más de esta curiosa ave, que te permitirá apreciarla en todo su esplendor.

Características físicas del frailecillo atlántico

Esta peculiar ave es un pájaro pequeño, de entre 28 y 30 centímetros de longitud y una envergadura de alas de unos 55 a 63 centímetros. Su plumaje es predominantemente negro en la parte superior y blanco en la inferior, y presenta una mancha blanca en cada lado de la cabeza detrás del ojo.

Pero si hay un elemento que sobresale por encima de todo es su colorido pico. Este puede ser de color naranja, rojo o amarillo. Los machos y las hembras tienen un aspecto similar, aunque las hembras suelen ser un poco más pequeñas.

¿Dónde vive?

Su hábitat se encuentra en el océano Atlántico, desde la costa este de Canadá hasta el noroeste de África y el Mediterráneo. Durante el invierno, se desplazan hacia el sur, llegando hasta la costa de Brasil y Sudáfrica.

Aunque pueden vivir en diversas zonas costeras, prefiere los acantilados rocosos y las islas remotas para anidar. Estas áreas les proporcionan un lugar seguro para criar a sus polluelos y les permiten alimentarse en el mar, donde pueden capturar peces, calamares y crustáceos.

Como es su comportamiento

El frailecillo atlántico es un ave solitaria durante la mayor parte del año, pero forma grandes colonias de anidación durante la temporada de reproducción. En estas colonias, los machos buscan atraer a las hembras mediante un elaborado ritual de apareamiento que incluye cantos y movimientos de cabeza.

Una vez que la hembra pone un huevo, ambos padres se turnan para incubarlo durante aproximadamente 40 días. Después de la eclosión, los padres alimentan a los polluelos con pescado, regurgitándolo en el nido. Los polluelos permanecen en el nido durante unas 7 semanas antes de emprender su primer vuelo.

Vale la pena mencionar que es un excelente volador, capaz de alcanzar velocidades de hasta 55 kilómetros por hora. Sin embargo, su forma de volar es bastante peculiar, con aleteos rápidos y cortos seguidos de un planeo suave.

¿Cuáles son sus amenazas conocidas?

A pesar de ser una especie común, se enfrenta a diversas amenazas que ponen en peligro su supervivencia. Una de las principales es la contaminación del mar, que reduce la cantidad de alimento disponible para estos pájaros. Y por parte del ser humano, la pesca excesiva y la caza ilegal también contribuyen a disminuir su población.

Otro factor que les afecta mucho es el cambio climático, que está alterando los patrones de migración y reproducción de estas aves. El aumento de la temperatura del agua del mar también puede afectar a la calidad y cantidad de alimento disponible para ellos.

Para poder protegerlo y así garantizar su supervivencia, se han implementado diversas medidas de conservación. Algunos países han establecido reservas marinas y áreas protegidas para proteger su hábitat natural. También se han llevado a cabo campañas de concienciación para sensibilizar a la población sobre la importancia de proteger a estas aves marinas.

Datos curiosos que debes conocer

¿Qué come, de qué se alimenta?

Se alimenta principalmente de pescado, calamares y crustáceos. Por eso pasa buena parte de su día buscando en el mar

¿Por qué se llama “frailecillo”?

Seguro lo intuías: se debe a la apariencia del pico de estos pájaros, que asemeja una capucha de fraile. El término «Atlántico» se añade para distinguirlo de otras especies de frailecillos que habitan en otras zonas del mundo.

Conclusión

El frailecillo atlántico es un pájaro marino fascinante y colorido que habita en el océano Atlántico. Aunque enfrenta diversas amenazas, aún es posible proteger su hábitat y garantizar su supervivencia mediante medidas de conservación.

Con una mayor conciencia y acción por parte de la sociedad, podemos asegurar que continúe siendo un elemento importante de los ecosistemas marinos durante muchos años más.