Los perros como los seres humanos tienen su propio gusto. Puede parecer que les gusta todo tipo de comida, pero podemos llegar a encontrarnos con el caso que tengan gustos muy específicos. Y que no los cambiarán fácilmente.
Entonces al intentar darle de comer un nuevo tipo de alimento encontramos una resistencia. ¿Cómo podemos hacer que acepte este alimento en lugar del anterior? Conoce como convencer a tu mascota con paciencia y cariño.
¿Por qué quiero cambiarle la dieta a mi perro?
Para poder hacer más fácil la transición, primero debemos tener claro las razones por las que estamos cambiando de alimento al canino. Eso nos permitirá tener un mejor plan, los motivos por lo regular son:
- Ha aumentado su edad y es hora de darle otro tipo de comida.
- Ha subido mucho de peso e intentamos darle algo más ligero.
- Desarrolló alergia a su comida de siempre.
- Quieres adecuarlo a la dieta de otra mascota.
- Problemas de presupuesto y es necesario economizar.
De todas maneras, de ser posible antes de hacer el cambio sería buena idea consultar con el veterinario. Ya que cualquier cambio podría llegar a afectarlos a nivel estomacal.
Pasos para hacer el cambio de alimento.
La idea base es que harás el cambio por medio de transición, cambiando gradualmente la comida antigua por la comida. Acostumbrándolo al nuevo sabor hasta que llegue el momento que haya sido totalmente cambiada.
Haciendo uso de porcentajes aproximados, sería algo así.
- Primero le das un 75% de la comida antigua y el resto del nuevo alimento.
- Pasados unos 3 o 4 días, le empiezas a dar en una proporción de 50% del nuevo y el viejo alimento.
- Deja pasar otros 3 o 4 días y ahora el porcentaje de 75% deberá ser de su comida antigua.
- Pasados el mismo número de días, ya podrás dar el 100%, por lo que la transición habrá sido completada.
Debes tomar en cuenta que todos los perros tienen un carácter diferente, por lo que puede haber algunos un poco más quisquillosos que otros. Algunos puede que no acepten el “engaño” tan fácilmente.
O puede darse el caso que coman su alimento de siempre y dejen el nuevo. Es cuestión de tener paciencia, jugar con los porcentajes y esperar se acostumbre. Para que pueda llegar a tomarle el gusto a lo nuevo.
De esta manera tan sencilla, pero estratégica, lograrás que tu perro haya cambiado a una nueva dieta, sea la razón que sea.