Cuando vamos a dormir queremos hacerlo en un lugar limpio y cómodo. Ahí vamos a pasar horas y horas, reparando nuestras fuerzas. Por lo que menos queremos es encontrarnos con el hecho que se ha subido un ratón.
Nada tan desagradable como quitar nuestra cobija y encontrarnos a un ratón. O si no lo encontramos a él, encontramos sus pequeñas caquitas. ¿Por qué se suben, que los trae tanto de estar en las camas?
La razón por la que el ratón se sube a la cama.
En realidad lo que sucede es que los ratones son seres que no se están quietos y van de aquí a allá. Y una de sus capacidades es la de poder escalar pequeños sitios, todo buscando nuevos lugares para obtener comida.
Encontrarte con el hecho que se subió uno a tu cama es altamente desagradable y por eso la gente se pregunta el motivo por el que se suben ahí. Incluso llegan a pensar que es una forma de poder atacar a alguien.
Nada más lejos que la realidad, ellos suben a todas partes. Simplemente es que la cama es un lugar muy privado e íntimo, por lo que nos molesta demasiado verlos ahí. Y para ellos es fácil trepar por las sábanas.
Pero si has encontrado un ratón donde duermes, es probable que tengas una pequeña infestación. Por lo que no solo estará ahí, sino que sufres el riesgo de verlo corriendo por la casa o subido a algún otro tipo de mueble.
Por supuesto, en este caso es mucho más preocupante, ya que son animales atrevidos: puede darse el caso de una noche estar durmiendo y despertar porque uno nos está pasando por encima. Que sensación más desagradable.
¿Qué puedo hacer para evitar que suba?
En estos casos las recomendaciones básicas para eliminar ratones:
- Sella tus botes de basura, son los lugares favoritos que tienen para buscar comida. Y si los tienes siempre abiertos, es una invitación para que entren a explorar.
- Busca los huecos y usa masilla de acero para cerrarlo. De esta forma lograrás cerrar todas las entradas que ya hizo. Algún otro material lo podrán morder para volver a abrir.
- Coloque repelentes en las entradas de la habitación. Todo lo que sea necesario para hacer desagradable la entrada a ellos. Algunos aceites naturales como lavanda, hierbabuena o menta son olores que los ahuyentan.
Por supuesto, si el problema es muy grande es hora de llamar al exterminador. Pero en conclusión, a ellas no les gusta tu cama: es un lugar más por el que suben, pero para ti resulta particularmente molesto.