La ataxia en perros consiste en un signo neurológico que se presenta como una falta de coordinación en el aparato locomotor de un perro.
Debido a ello, sufrirá varios cambios consistentes en no poder realizar de forma correcta varias tareas del cuerpo tan común como son la coordinación, la marcha y el equilibrio para el movimiento diario.
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¿Cómo reconocer la ataxia en perros?
La existencia de este padecimiento es lo que hace importante que tengamos una vigilancia continua en nuestras mascotas. Ya que al no detectarlo a tiempo puede dar lugar a diversos tipos de patologías.
Se debe tomar que en primer lugar este problema no es considerado una enfermedad por si misma. Estamos hablando más bien de un signo o un síntoma, que nos hacen ver que existe algún otro problema.
Cuando un perro presenta la ataxia, notarás que padece una especie de bamboleo o desequilibrio a la hora de desplazarse. Puede hacerse una equivalencia a como cuando una persona esta bajo los influjos del alcohol.
Se dice que no es una enfermedad porque si tu canino presenta esta padecimiento es porque lo más probable es que este padeciendo algún tipo de enfermedad. Y por eso es buena idea llevarlo a un veterinario.
Si quieres conocer un paralelismo más, puedes verlo como cuando tienes temperatura alta: que tengas esa fiebre no es el problema en si, sino que avisa que tu cuerpo tiene una lucha interna contra algo.
Ejemplos de causantes de ataxia.
Uno de los más conocidos es el síndrome de Wobbler, que consiste en una serie de problemas vertebrales, que pueden dar como resultado ese junto a ello otros síntomas como debilidad muscular o algún tipo de parálisis.
Otra causa común es por la intoxicación. Algunos alimentos pueden llegar a causar esta situación, como puede ser por algunos endulzantes. Le causará este síntoma junto con vómitos. Es por eso que se debe dar comida especializada. Si conoces la comida que le causó este problema, preséntala al veterinario.
También es común el síndrome vestibular. Este a grandes rasgos consiste en lesiones en el oído interno o en el central, que al tener este problema comenzará a causar ciertos desequilibrios. Pueden sus orígenes ser varios.
Desde otitis hasta moquillo canino, los cuales pueden comenzar de manera externa hasta perjudicar por dentro. Los síntomas son los ya presentados anteriormente, pero se presentan de forma muy aguda.
También puede ser un efecto secundario de ciertos fármacos aplicados a la mascota. Es por eso que si comenzó algún tratamiento y empezó a presentar síntomas, es importante llevarlo al veterinario para mostrarle lo que sucede.
¿Qué tratamiento existe?
Lo mejor es dejarlo al veterinario el diagnóstico y tratamiento. Ya que como se señaló anteriormente, pueden ser varias razones por las que tu canino haya comenzado a padecer este desequilibrio.
Es necesario llevarlo de inmediato con el especialista que le haga varios tipos de pruebas, como son exploración física, ortopédica e incluso neurológica, aplicando una serie de radiografías, resonancias y TAC.
En los casos más graves se requerirá algún tipo de cirugía, pero lo común es que se prescriban analgésicos o antibióticos, junto con reposo absoluto. Pero recalco, esto deberá ser diagnosticado por el veterinario.