¿Te ha pasado que vas paseando con tu perro, pero te encuentras otro de frente muy bravo? Entonces tu mascota también se pone muy enojada, furiosa, parece que va a atacar al otro animal. Piensas que viene lo peor.
Pero al final lo que sucede es que simplemente se acercan entre si. Lo que parecía ser una pelea sangrienta termina siendo dos animales simplemente oliéndose. ¿Qué es lo que pasa, se les va el enojo de repente?
¿Por que dos perros a punto de pelear se calman?
Lo que sucede es que los perros cuando ven a otro pueden detectarlo como una amenaza potencial. Entonces, terminan por demostrar su hostilidad con ladridos, con gruñidos, parece que viene una pelea inminente entre dos perros bravos.
En muchas ocasiones nosotros al ver eso simplemente seguimos caminando, jalamos de la correa a nuestra mascota y nos vamos. Vemos a lo lejos al otro perro ladrar furioso desde la reja, viendo como nos alejamos.
Pensamos lo peligroso que hubiera sido que se encuentren. Pero nunca falta que por cierta circunstancia, si terminen por encontrarse: ya sea porque iban ambos en la calle, se abre la reja o se le suelta la correa al otro dueño.
¡Que horror! Se avecina un combate y tememos por nuestra mascota, pero al final solo terminan por olerse. Luego de haberse olido un poco, incluso se separan y cada quien termina por su parte.
Y precisamente en olerse parece estar la clave: el olfato les da mucha información a los caninos. Les permite conocer, en este caso, si el otro perro es una amenaza. Al notar su olor hacen un mapa completo del otro animal.
Entonces, pueden llegar a la conclusión que simplemente no es necesario pelearse. Es por eso que podemos ver un comportamiento tan peculiar como es el simplemente girarse, cuando hasta hace poco se ladraban mucho.
Y es que al inicio solo se apoyaban en lo visual, no tenían idea si el otro perro iba a ser un problema. Por lo que procedía a ladrar como medio de advertencia, para demostrar fuerza en caso de ser necesario.
Luego de olerse se determinó que no había problema. Pero como personas nos parece un comportamiento bastante extraño, pasar de al exaltación a una gran calma, todo eso en unos segundos.
El olor y el olfato son las mejores formas de comunicarse que poseen, por lo que no es de extrañas que luego de haberse olido, hayan quedado en buenos términos.