Mientras más conocemos el mundo animal, también nos damos cuenta que hay algunas especies a las que no deberíamos acercarnos. Porque son peligrosas para el ser humano y estar cerca podría ser exponerse a un ataque.
Y es que para algunos puede ser algo que simplemente pasa, mientras que para otros puede surgir la duda de porque hay animales más amigables que otros. Porque algunos deciden atacar a los seres humanos.
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¿Por qué algunos animales son más tolerantes a los seres humanos?
Se debe tomar en cuenta que la gran mayoría de animales salvajes en su primera interacción con seres humanos suelen tener reacciones como volar, nadar o simplemente huir. Y es que se trata de alguien desconocido para ellos.
Pero hay algunas especies que no van a huir, sino al contrario, terminarán por atacar. No huirán por nuestra presencia, sino que intentarán acabar con la amenaza que parece haber llegado hasta ellos.
Es por ello que algunos de los motivos encontrados son:
El tamaño del animal.
Por lo regular el animal más pequeño suele sentirse intimidado ante uno más grande. Mide sus fuerzas y nota que en una pelea no saldría bien librado. Por lo tanto, lo primero que hace es huir de la escena.
Es por ello que muchos animales de relativo tamaño pequeño corren, ya que se sienten amenazados. Y otros en cambio podrían llegar a atacar o ignorar a las personas, ya que saben que cuentan con recursos.
La familiaridad con los humanos.
Algunas especies pueden no ser por naturaleza apegadas al ser humano. Pero debido a ver de manera constante a las personas un grupo en específico se puede acostumbrar, incluso aunque no lleguen a tener contacto físico directo.
Por ejemplo, las palomas que se encuentran en las plazas. Ningún humano las toca, pero al estar tanto tiempo entre la gente pierden el miedo. Cuando una paloma en condiciones normales volaría al tener a un ser humano cerca.
Es simplemente su naturaleza.
Puede haber animales grandes que huyan de la gente. O muy pequeño que aún así intenten atacar a las personas, aún sabiendo que perderían. Aquí es donde simplemente tenemos que aceptar es la naturaleza del animal.
Cada especie es un mundo, pueden ser grandes depredadores, curiosos o la razón que sea. Por lo que podemos dar varias explicaciones, pero al final cada especie terminará por tener su propio comportamiento.
Los perros son un buen ejemplo, los cuales tienen una gran afinidad con las personas. Tener un perro en casa y que sea nuestra mascota querida es relativamente fácil. Se ha comprobado que está en su naturaleza.
Y por eso también habrá animales que por más que queramos intentar domesticarlos, no se podrá o será extremadamente difícil. Piensa en cuantos domadores han trabajado por años con su león, pero en algún punto terminan por ser devorados.