Las langostas de mar seguramente son más bien conocidas como platillo, desafortunadamente para ellas. Ya que son servidas en muchos de los restaurantes más prestigiosos del mundo, siendo costosa su preparación.
Pero como animal en si la gente suele saber poco sobre ellas. Es por eso que tendrás un acercamiento a este ser vivo, que tiene varios datos curiosos que seguramente te llamarán mucho la atención.
Datos curiosos sobre la langosta de mar.
Este habitante del mar tiene más que ofrecer que ser simplemente un platillo costoso.
Viven 100 años y siempre crecen.
La mayoría de animales tienen unos tiempos de crecimiento muy marcados. Es común saber cuando llegarán a adulto y el tamaño máximo que tendrán. Pero con este crustáceo no es fácil saber este dato.
Ya que se ha visto que pueden llegar a vivir unos 100 años, siendo que durante ese tiempo no dejan de crecer. Se han capturado algunos realmente grandes, y según se dice, es porque las trampas no diseñadas para ejemplares tan enormes.
Son caníbales.
Un problema que existe para poder criar langostas es que se comen entre ellas. Al ser caníbales sería difícil tener muchos ejemplares juntos. Siempre están buscando comida fresca, y si a un lado resulta estar otra langosta, buscarán comerlo.
Las confunden mucho con insectos.
El problema es que en español existe un insecto llamado precisamente langosta. Y si bien muchas personas saben que son 2 animales completamente diferente, si piensan que tienen algún tipo de relación para llamarse así.
Pero no, en realidad simplemente comparten nombre, son de dos familiares diferentes: insectos y crustáceos. Por lo que intentar buscar una relación entre ambos, más allá del nombre, será un esfuerzo inútil.
Identifican los sabores con las piernas.
Una característica curiosa de ellos es que no tienen un paladar en la boca para identificar los sabores, tal como harían las personas. En este caso, en sus piernas poseen unos pelos quimiosensoriales para dicha función.
Poseen unas pequeñas antenas situadas delante de sus ojos, las cuales en conjunto buscan alimento. Es por eso que si ves una en cautiverio, notarás como se la pasa volteando a ver para todas partes.
Las hembras dan el primer paso.
En muchas especies el macho es quien busca a la hembra. Pero en este caso son ellas quienes preparan todo para comenzar con el cortejo. El cual comienza cuando se deshacen de su caparazón. En ese momento, liberan feromonas.
En este punto de no tener caparazón son vulnerables y suelen ser devoradas. Pero cuando el macho siente sus intenciones, procede a la copulación. Vale la pena mencionar que no son una especie monógama.
Se dice no sienten dolor.
Las langostas de mar son popularmente cocinadas vivas. Pero cuando las cocinas, supuestamente hacen un ruido. Lo que se escucha es la liberación del aire que poseen en el estómago, por lo que puede confundirse.
Pero hasta ahora se sabe que no tienen cuerdas bucales y no pueden procesar el dolor. Algunos organismos no están de acuerdo con esta última afirmación y andan buscando que se prohíba cocinarlas, algo que está pasando ya en Gran Bretaña.
Pueden regenerar una extremidad.
Si llegan a perder una pata, pueden llegar a regenerarla. Pero contrario a lo que pudiéramos pensar y que suceda como en las películas, en realidad esto es un proceso bastante lento.
De hecho podría llegar a tomarle unos 5 años en lograr que una garra quede como estaba. Pero finalmente lo terminará por hacer, si se le da el tiempo suficiente.
¿Qué te parecieron estas curiosidades? Si conoces otra no dudes en colocarla en la caja de comentarios. Por cierto, ¿sabías que existe una langosta azul?