La gente puede llegar a crearse muchas supersticiones, las cuales les harán tener miedo de situaciones que en realidad no tiene ninguna base lógica o científica. Por ejemplo, temer a tirar sal o pasar por debajo de una escalera.
Esto podría ser inofensivo hasta cierto punto, pero no tanto cuando puede dañar a un animal. El miedo a los gatos negros es real, en donde personas de todo el mundo afirman que pueden llegar a dar mala suerte.
Por eso les temen y los persiguen. ¿Qué han hecho estos animales para tener esta suerte encima? ¿Por qué temerles por su color de pelo?
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El origen del temor al gato negro.
El gato siempre ha causado diferentes tipos de creencias. Si nos vamos al antiguo Egipto, en ese tiempo también era considerado una especie de dios. En donde era adorado por las personas e incluso hoy en día podemos verlo en figuras importantes de la época.
En la cultura celta, así como eran queridos también eran aborrecidos por otros. Donde consideraban que tenían poderes especiales, mientras que otras personas los terminaban por dañarlos por obtenerlos.
Pero creo que uno de los primeros orígenes mas marcados de su odio, fue en la época cuando comenzaron a aparecer brujas. Estas mujeres tenían una apariencia muy diferente a la que presentan en las películas.
No tenían que ser precisamente ancianas encorvadas, que reían de manera desquiciante. Pero lo que si pasaba mucho es que eran mujeres solitarias, que buscaban algo de compañía.
Entonces, uno de los animales que más comúnmente las acompañaba era un gato. Al grado que muchas personas terminaron por relacionarlo con un acompañante diabólico.
¿Por qué? Es que llegaron a la conclusión que ese gato tenía que ser un ente maligno. Y tradicionalmente, la obscuridad se encuentra relacionado con la maldad.
¿Y por qué dicen que es malo que se te cruce uno enfrente?
Esta es una creencia muy particular: que si te encuentras caminando y de repente pasa un gato negro frente a ti, será de mala suerte.
La historia narra que durante la edad media, en una noche sin luna, padre e hijo caminaba durante la noche como cualquier otra. En ese preciso momento, un gato negro se les pasó por enfrente.
Le tiraron piedras porque pensaban que era algo malo y vieron como el gato corrió a casa de una mujer. El detalle es que esa mujer ya tenía acusaciones previas de ser una bruja.
Y al día siguiente, juran haber visto a esa mujer magullada y golpeada. Asumieron entonces que el gato era ella y la acusaron de hechicería. Esto se volvió tradición, llegando históricamente a su punto más alto durante la época de las brujas de Salem.
Hoy en día, muchas personas no creen tanto en que el gato les maldecirá. Pero si lo toman como un elemento para representar las fuerzas del mal, por lo que común verlo como uno de los adornos del Halloween.
El maltrato consecuente.
Esto desafortunadamente ha hecho que estos gatos sean históricamente perseguidos o rechazados. Incluso hoy en día, personas que no creen demasiado en ello, evitan tener un gato así por cualquier cosa.
Estos son gatos como cualquier otro, cuyo color de pelo no indica nada. Pero en nombre de antiguas creencias, siguen siendo maltratados hoy en día.
Hay que respetar lo que creen los otros, pero también es un llamado a no dañar a seres inocentes. Que pueden terminar por ser excelentes mascotas y quererte mucho.